Rudolf Ludwig Karl Virchow (nacido el 13 de octubre de 1821 en Schivelbein, Pomerania, Prusia, y fallecido el 5 de septiembre de 1902 en Berlín) fue un médico alemán considerado como uno de los más prominentes patólogos del siglo XIX. Además de por su labor científica también se le reconoce como estadista, al haber ocupado diversos cargos públicos.
Fue pionero del concepto moderno del proceso patológico al presentar su teoría celular, en la que explicaba los efectos de las enfermedades en los órganos y tejidos del cuerpo. Enfatizando que las enfermedades surgen no en los órganos o tejidos en general, sino, de forma primaria en células individuales. Gracias a lo cual acuñó el término “Omnis cellula e cellula” (“cada célula es derivada de otra célula [ya existente]”).
Fue nominado en 1902 al Premio Nobel de Medicina y Fisiología, junto al español Santiago Ramón y Cajal; siendo este último el ganador. Además fue el ganador de la Medalla Copley en 1892.
En 1848 demostró la falsedad en la creencia de que la flebitis (inflamación de las venas) causa la mayoría de las enfermedades. Demostró que “masas” en los vasos sanguíneos son el resultado de una trombosis (término acuñado por él) y que porciones de trombos se pueden desintegrar para formar émbolos (igualmente es su término). Un émbolo libre en la circulación puede, eventualmente, quedar atrapado en un vaso estrecho y conducir a una lesión seria en los tejidos vecinos.
Hasta finales del siglo XVIII, se pensaba que las enfermedades eran causadas por un desbalance entre los cuatro humores corporales (sangre, flema, bilis amarilla y bilis negra). Creencia que venía desde los griegos. Hacia 1800 el anatomista francés Xavier Bichat, demostró que el cuerpo está compuesto por 21 tipos de tejidos y consideró que en la enfermedad de un órgano solo algunos de los tejidos se ven afectados.
Los eventos posteriores de la compleja historia de la teoría celular tuvo lugar durante la juventud de Virchow; y en Würzburg él empezó a realizar una de las formas de la teoría celular, en la cual postulaba que las células se originan a partir de células preexistentes y no de material amorfo Omnis cellula e cellula. Punto de partida también de la teoría del plasma germinal de Weismann.
En lo anterior se vio influenciado por muchos otros trabajos; entre ellos por las observaciones de John Goodsir de Edinburgh y por las investigaciones de Robert Remak, un neuroanatomista y embriólogo alemán, quien en 1852 fue uno de los primeros en señalar que la multiplicación de células para formar tejidos está acompañada de división celular. En ese año Remak concluyó que también en los tejidos enfermos las nuevas células provienen de células ya existentes.
Esta es la idea expuesta por Virchow en “Omnis cellula e cellula” que por lo tanto no es una idea del todo original. Aunque se le debe a él la importancia en el contexto de la patología celular.
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